Del mismo modo, la Fiscalía General de la Nación, a diario, reporta innumerables casos de abuso y de violencia sexual, de personas, también en su mayoría hombres, que son judicializados y hasta condenados por delitos relacionados con estos temas.
DATO: El año anterior fueron 265 las mujeres que sufrieron violencia física y 23, violencia sicológica.
Lastimosamente Tuluá no es la excepción. Según cifras del Sivigila, que es el Sistema de Salud Pública que tiene como responsabilidad el proceso de observación y análisis objetivo, sistemático y constante de los eventos en salud, en este municipio, entre enero y diciembre del año anterior, se reportaron 433 casos de violencia sexual y de género, en todas sus manifestaciones.
Las cifras
Esa misma estadística, suministrada por la Secretaría de Salud, señala que las edades de mayor índice corresponden a personas entre 4 y 29 años de edad. Del mismo modo, las edades más afectadas, que aparecen con más casos son las de 4, 13, 16 y 20 años.
Igualmente, los números arrojan que los estratos socioeconómicos con mayor prevalencia de casos reportados son el 1 y el 2. Fueron 137 casos de violencia sexual los reportados en 2021.
Violencia no sexual
En este aspecto son 296 casos en mujeres y según el informe, se evidencia que un alto porcentaje de este flagelo corresponde a violencia no sexual: 265 mujeres; violencia sicológica, 23 mujeres y negligencia y abandono, 8 mujeres.
En los casos reportados, se demuestra que el sexo dominante del agresor, es el masculino, es decir, que estas cifras corresponden a casos reportados en los que la gran mayoría de maltratadores y abusadores son hombres, muchos de ellos cercanos o con algún grado de consanguinidad o vínculo de parentesco con la víctima.
Las rutas
La atención se activa dependiendo del grupo poblacional afectado y especialmente, la autoridad que de primera mano conoce el asunto. Si por ejemplo, se trata de un niño o una mujer víctimas de cualquier tipo de violencia, el centro asistencial hasta donde son trasladados, es quien reporta y activa la ruta.
Ese reporte le llega a Comisaría de Familia o al ICBF. Dependiendo de la situación el caso se traslada a Fiscalía y Bienestar Familiar, para el restablecimiento de derechos.
Adicionalmente, si es una mujer, abusada o violentada, ese reporte también se le entrega a la coordinación de la Mujer, porque puede necesitar medidas de protección. Después ese trámite llega a Medicina Legal, donde la persona es examinada para dictaminar el tipo de lesiones que sufrió.