De acuerdo con información entregada por las autoridades, se trata de Wilmer Mora Montoya, de 35 años de edad, a quien, por motivos y sujetos desconocidos, asesinaron de forma macabra, cercenándole la cabeza que, tras introducirla en un costal, abandonaron en la esquina de la carrera 27 A con calle 12 B, sector conocido como La Virgen.
Luego de adelantar las respectivas diligencias de levantamiento de la víctima y trasladar la extremidad hallada a la morgue del Instituto de Medicina Legal, los investigadores dieron inicio a la búsqueda del resto del cuerpo por diferentes sectores de esta y otras localidades cercanas.
Efectivamente, cinco días después, en un cañaduzal ubicado a la altura de la vereda Sabaletas, en límites entre los municipios de Andalucía y Tuluá, trabajadores de la zona descubrieron el cuerpo en avanzado estado de descomposición y dieron aviso a las autoridades que, de inmediato, se desplazaron hasta el sitio.
Según lo dado a conocer, la aparición del resto del cadáver facilitó la plena identificación de la víctima, cuyas muestras de ADN fueron cotejadas con las de un hermano suyo, procedimiento que confirmó que se trataba de Mora Montoya.
EL TABLOIDE conoció que familiares de este hombre no volvieron a saber de su paradero dos días antes de darse a conocer la noticia del hallazgo de la cabeza humana, por lo cual se presume el asesinato ocurrió el mismo día de su desaparición.
De Wilmer Mora Montoya se dijo que había nacido en el municipio de Sevilla pero desde hace varios años estaba radicado en el barrio San Antonio de Tuluá.
Finalmente se indicó que familiares del occiso se encuentran a la espera del avance en las investigaciones para conocer los móviles y autores de su asesinato.