Según las mismas versiones, uno de los homicidas se bajó del automotor y empezó a gritar a las personas presentes que se fueran del lugar y acto seguido disparó contra su objetivo.
Aunque alcanzó a ser trasladado a un centro asistencial de la ciudad de Tuluá, pese al esfuerzo médico falleció a la 1 y 35 de la madrugada del jueves.
La víctima, conocida en el sector por su capacidad de trabajo, vivía con sus hijos en la vereda Pantanillo del corregimiento Presidente y se dedicaba con su camioneta a efectuar viajes y trasteos.