La víctima, quien era el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Retiro, gozaba del aprecio de sus vecinos y de los habitantes de ese sector de la ruralidad de la Villa de Céspedes. De ahí el acompañamiento que tuvo en sus exequias realizadas el pasado martes 17 de mayo.
¿Qué pasó?
Esa es la pregunta, es lo que todos se cuestionan, ¿qué sucedió?, respuesta que difícilmente se conocerá en realidad o que solo la develarán las investigaciones que las autoridades realizan, siempre y cuando estas lleguen a buen término.
Ese domingo 15 de mayo, Espinosa Valencia, quien era padre de dos niñas, una de ellas una bebé de pocos meses de nacida, había estado hasta poco antes del mediodía en el corregimiento de La Marina, como siempre, quizás, saludando amigos, haciendo sus diligencias habituales y llegada las 12 del día, tomó rumbo a su vereda, a su hogar, seguramente a buscar el almuerzo y la compañía de su familia, y por supuesto, ese calor paternal que les proporcionaba a sus dos pequeñas, quienes eran su gran pasión.
Ya en su vehículo, lo vieron pasar por La Moralia y minutos después, empezó a regarse un rumor que con el paso de los minutos se confirmó: Alexánder había sido asesinado a balazos por desconocidos en la vía que comunica con la vereda Naranjal. Eran alrededor de las 12:30 del mediodía.
DATO: 46 años era la edad de la víctima, quien era padre de dos niñas, una de ellas de pocos meses de edad.
«Es como si el mundo se hubiese paralizado en ese momento, no pude dar crédito a lo que escuchaba», sostuvo otro líder de la zona, comentando su reacción apenas se dio cuenta de la infortunada noticia.
De inmediato, hasta el sitio de los hechos se trasladaron sus allegados, quienes llevaron el cuerpo sin vida del líder comunal a la Estación de Policía del Corregimiento La Marina y de allí a la sede de Medicina Legal en Tuluá.
Como ya es habitual en los últimos meses, las autoridades encargadas de adelantar los actos urgentes, no llegaron hasta el lugar donde fue baleado Espinosa Valencia por temas de seguridad y orden público, pues en la zona hay presencia de la compañía Adán Izquierdo.
Muy recordado
El servicio era una de las actividades que más caracterizaba a José Alexander, estar siempre dispuesto a apoyar mingas para el mejoramiento de vías, organizar bazares o festivales en pro de una buena causa, como aquella que lideró hace dos años, en abril de 2020, que él mismo denominó «La Platanatón». «Esa campaña se hizo cuando estábamos en plena pandemia y muchas familias en el área urbana de Tuluá no tenían qué echarles a sus ollas».
En efecto fueron centenares de racimos de plátanos y otros productos cultivados por los campesinos de la media montaña tulueña los que se repartieron entre decenas de familias, con el apoyo de diversas instituciones, entre ellas la Policía Nacional.
El mismo domingo, una vez se conoció la acción criminal, el propio comandante, encargado, de la Policía Valle señaló que se había conformado un equipo especial de investigadores para esclarecer esta acción criminal.
Es de anotar que en las últimas semanas varias personas han sido asesinadas por hombres armados en la zona montañosa de Tuluá y de la región, incluidas dos hermanas de solo 13 y 15 años de edad.