Luis Alfonso González Orrego, de 48 años de edad, fue la persona que cayó en el andén de un reconocido bar de la carrera 21 con calle 28, producto de las balas asesinas que disparó un sujeto, de quien hasta el momento se desconoce su identidad.
Allí quedaron tendidos los sueños e ilusiones no solo de este hombre, que era la cabeza de una reconocida familia del occidente de Tuluá, sino también parte de los proyectos de varios de sus seres queridos.
Según se estableció, la víctima se encontraba en su lugar de residencia y después de recibir una de tantas llamadas, porque Luis Alfonso era un hombre que negociaba con diferentes artículos, se dirigió hasta la zona céntrica de Tuluá, donde era común observarlo.
Estando allí, conversando con un sujeto, fue sorprendido por el pistolero, quien, con sangre fría le disparó en dos oportunidades.
Muy estimado
La víctima tenía una bonita relación con su esposa Karina y por supuesto con su familia. Era padre de tres hijos y un comerciante bastante conocido en la zona céntrica de Tuluá.
Este homicidio se convirtió en la segunda acción violenta que se registra en el sector de la galería en menos de dos semanas. El lunes 21 de febrero, en horas de la tarde, un comerciante fue asesinado en plena calle 29 con carrera 22.
Con este hecho de sangre se elevó a 23 el número de muertes violentas este año en Tuluá y se convirtió en la primera víctima fatal por atentados sicariales en el mes de marzo.
Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre capturas relacionadas con este caso, que sigue siendo materia de investigación.
También se desconocen los móviles de esta acción y se ha informado por allegados al señor González que no se tenía conocimiento de algún tipo de amenaza en su contra.