Precisamente, en una de esas acciones perdió la vida un joven de 22 años de edad, quien fue identificado como Kevin Andrés Henao Arias. Ese homicidio fue perpetrado el domingo 10 de julio, cuando en horas de la mañana de ese día se informó sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de una persona de sexo masculino sin identificación.
Sin embargo, al día siguiente, los expertos forenses de Medicina Legal, a través del cotejo de sus huellas dactilares, lograron establecer su plena identidad.
Este joven, que hacía parte de una conocida familia del occidente tulueño, nació en la ciudad de Cali el 1 de febrero del año 2000, empezando siglo y también nuevo milenio. Kevin era conocido entre sus amigos con el apelativo de ‘El Mono’.
También se estableció que durante un tiempo practicó ciclismo, de manera recreativa y algunas veces competitiva, junto a su padre y otros amigos.
Este crimen fue perpetrado en medio de una semana en la que los homicidios volvieron a ser parte de las noticias en la Villa de Céspedes, pues en el pasado mes de junio los ataques sicariales se redujeron ostensiblemente, registrándose el descenso más notorio de los últimos años, pero lamentablemente esa dicha no duró más de un mes.