Según datos establecidos por EL TABLOIDE el hombre, que se desempeña como mototaxista, minutos antes había llegado a la vivienda donde ocurrieron los hechos, pues era conocido de la familia. Por su parte, la madre de la niña se encontraba en el andén de la misma casa, en compañía de su esposo y amamantando a Shamara Oscarina García Lisk, cuando llegaron los delincuentes, quienes empezaron a disparar.
Los proyectiles alcanzaron al hombre a quien, al parecer, iba dirigido el ataque, pero también llegaron hasta el diminuto cuerpo de la bebé y uno de ellos se alojó en su cabeza, por lo que de inmediato fue conducida por su padre hasta la Clínica San Francisco, donde perdió la lucha por la vida una hora y media después del suceso.
La pequeña víctima de los sicarios era hija de padres venezolanos pero había nacido en la ciudad de Tuluá.
Las informaciones indican que hace seis meses viajaron a Colombia desde el estado de Anzoátegui, Venezuela, y aunque vivieron unos días en Bogotá, finalmente se establecieron en la Villa de Céspedes, donde residen varios amigos suyos.
Shamara, quien había nacido el 15 de agosto de 2020, a las 12 y 30 del mediodía, era la primogénita de la pareja.
Su madre describe ese día como la mejor y más bella experiencia de su vida, un sueño cumplido, del que nunca esperó despertar tan rápidamente y de manera tan abrupta.
Allegados a la pareja esperan que las autoridades den con el agresor de este abominable hecho que se convirtió en una lamentable noticia del orden nacional.
Shamara es la tercera menor de edad que, en Tuluá, es víctima de agresión en lo que va corrido del 2020.
Como se recordará, el pasado mes de junio una bala perdida cegó la vida de Erika Johana Lozano y por consiguiente la del bebé que llevaba en el vientre; así mismo en el mes de julio fue asesinado Milton César Ramírez, en el sector de Cienegueta, cuando una de las balas que dispararon los homicidas dejó herido a un pequeño de dos años de edad y nacionalidad venezolana que, por fortuna, sobrevivió.
Recompensa de $15 millones
El secretario de Gobierno, Convivencia y Seguridad de Tuluá, Jorge Alexánder Gallego Chávez, expresó su pesar por lo sucedido e indicó que la Policía judicial y de inteligencia continuará adelantando las investigaciones para dar con el paradero de los responsables.
“De parte de la administración municipal estamos ofreciendo una suma de 15 millones de pesos a quien de información de los causantes de este execrable hecho”, puntualizó.