El hecho se registró en las horas de la tarde del pasado martes 16 de agosto, en el barrio Buenos Aires, a un costado de la casa cural de la parroquia del Cristo Resucitado, frente a unas reconocidas canchas.
Allí se encontraba Jorge Diego Santa Arboleda cuando fue sorprendido por el desconocido quien, sin mediar palabra, le disparó en repetidas oportunidades.
Según la información que al día siguiente de los hechos entregó la Policía, los agresores huyeron en un vehículo.
Santa Arboleda se encontraba sentado en el sitio departiendo cuando recibió el ataque a bala.
La víctima murió en ese lugar, hasta donde llegó personal del CTI a realizar la inspección técnica del cadáver de este hombre que gozaba de cierto aprecio de muchos habitantes en la región.
Según se ha establecido, Jorge Diego era integrante de una reconocida familia, oriunda principalmente del corregimiento de Ceilán.
Era amante de los caballos y por supuesto de los temas y todo lo relacionado con el universo equino.
Hasta el momento se desconocen los responsables y los móviles de esta acción violenta perpetrada después de casi cuatro semanas sin que se registraran ataques sicariales en la Villa de Céspedes.
Con este homicidio se elevó a 64 el número de personas que han sido asesinadas en lo corrido de este año en Tuluá.
Asimismo, se convirtió en el segundo hecho violento registrado durante el mes de agosto en este municipio. El primero fue la muerte de una persona que fue atacada con arma blanca y su cuerpo fue hallado en aguas del río Tuluá.