El padre Torvic, como se hace llamar en el reality, quiere que el mundo vea una imagen distinta del sacerdocio, dejando claro que también se puede hacer deporte y otras actividades que le ayuden al cuerpo y a la mente.
“Mis dos grandes fortalezas son la camándula y la Biblia. Dios, si es tu voluntad poder estar allá y dar testimonio de ti, bienvenido, así sea”, aseguró el eclesiástico a Pilar Schimtt, presentadora de entretenimiento en ‘Caracol Televisión’.
Víctor Hugo, de 32 años, nació en Buga y le apasiona su vocación sacerdotal y el deporte, por eso siempre busca compaginar ambas cosas. Asegura que algunas personas cuestionaron su decisión de participar en el Desafío, mientras que otras lo apoyaron, pero el lema que siempre lo acompaña es: “Después de que la conciencia no me acose, todo está bien”.