La obligación es clara: ganar en casa para asegurar tres puntos vitales que mantengan al equipo entre los puestos de clasificación directa.
Con 20 unidades en la tabla y una fuerte presión de rivales como Uruguay, Brasil y Venezuela, los dirigidos por Néstor Lorenzo no pueden permitirse errores. Una victoria dejaría a Colombia con 23 puntos y firme en el cuarto lugar de la tabla, dependiendo de una derrota de Uruguay y un empate de Brasil para consolidar su posición.
El empate complicaría el panorama: solo se llegaría a 21 puntos y los uruguayos podrían igualar, con mejor diferencia de gol. Una derrota, en cambio, sería crítica: dejaría al equipo con la necesidad de sumar de visitante frente a Argentina en la próxima jornada y obligaría a pelear la clasificación en los últimos dos partidos, ante Bolivia en Barranquilla y Venezuela como visitante.
La cita es hoy a las 3:30 p.m. en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla, donde el equipo nacional contará con el respaldo de su afición, que espera ver un triunfo que acerque cada vez más el sueño mundialista. Las calculadoras ya están listas. Pero más que números, hoy se exige fútbol y carácter.