El hoy occiso, era un ebanista de profesión, actividad que alternaba los fines de semana con las ventas ambulantes, razón por la cual gozaba de gran aprecio de los hateños que lo reconocían con el remoquete de “Aliviadito”. Las autoridades asumieron las investigaciones para esclarecer este hecho de sangre que enluta a otra familia del norte del Valle del Cauca.