De acuerdo con la información establecida, Camilo Andrés Arango García, de 18 años de edad, se encontraba en la zona céntrica de la Villa de Céspedes en momentos en que se presentaban diversos actos de vandalismo que terminaron con el incendio del Palacio de Justicia y daños a varios establecimientos comerciales de la ciudad.
El joven, según lo dado a conocer, tras resultar herido con arma de fuego fue trasladado por un grupo de jóvenes hasta la clínica San Francisco, donde falleció minutos después.
Los hechos en los que perdió la vida Arango García no son claros, razón por la cual las autoridades serán las encargadas de establecerlos. Por su parte, el ministro de Defensa, Diego Molano, quien se hizo presente en Tuluá para presidir un consejo de seguridad, dijo: “se dispondrán todos los mecanismos necesarios para recolectar los elementos de prueba y con total transparencia para ayudar al esclarecimiento de los hechos”. Así mismo el alto funcionario dio a conocer que hay una recompensa de 200 millones de pesos a quien de información sobre los actos violentos registrados esa tarde y noche del martes que dejaron una víctima fatal.
La joven víctima adelantaba estudios de Derecho en la jornada Diurna de la Uceva y además integraba el grupo juvenil religioso Judimi de la Parroquia de la Divina Misericordia, ubicada en el barrio Flor de la Campana de esta ciudad.
En medio de un sentido homenaje, realizado al interior de la universidad en donde cursaba sus estudios, Yamileth García, la madre de la víctima, con el profundo dolor que la embarga compartió un mensaje con los jóvenes y los invitó a realizar la siguiente reflexión: “Muchachos, ustedes no son unos superhéroes, ustedes deben entender que son seres humanos… ni estar expuestos, que tenemos que protestar de esta manera u otra…”
Así mismo, la madre del estudiante describió a Camilo Andrés como un joven amoroso, buen amigo, que siempre quería el bienestar para los demás y, como muchos, soñaba con un mejor país.