¿Qué lo llevó a crear un álbum como ‘Saturación Pop’?
Sentía desde hace rato que la escena estaba llena de música sin contenido, sin alma. Había algo que me incomodaba y necesitaba ponerlo en palabras y sonidos. Este disco nació de esa saturación y de mis ganas de volver a la esencia: hacer música que realmente diga algo.
¿Por qué Berlín como lugar de inspiración?
Berlín me dio un respiro y un golpe al mismo tiempo. Es una ciudad dura, cruda, pero creativamente muy libre. Quise absorber esa vibra europea y combinarla con mis raíces del trap argentino. Esa mezcla define el corazón del álbum.
Venía de experimentar con electrónica y tango. ¿Cómo encaja este proyecto en tu evolución musical?
Naturalmente. Yo siempre estoy cazando inspiración. Exploro, pruebo, me equivoco y vuelvo a intentar. Saturación Pop llega en un momento de mucha claridad creativa, donde sé lo que quiero decir y cómo decirlo.











