Horas después del aparatoso accidente registrado en la carrera 33A con calle 25 del barrio Alvernia y en el que se vieron involucrados dos vehiculos en la mañana del jueves 28 de agosto, el presidente de la junta de acción comunal del barrio Victoria, Luis Eduardo Ayala, anunció la demarcación del cruce, uno de los más peligrosos de Tuluá.
La tarea la desarrolló junto a su equipo de trabajo el pasado domingo y le tomó un par de horas ejecutarla, para ratificar que en ocasiones solo falta voluntad y gestión para solucionar los pequeños «problemas» de la ciudad.
Previamente a esta acción cívica fueron muchos de los percances que se presentaron en el cruce mencionado y pese a los llamados a la Secretaría de Movilidad y Seguridad Vial de Tuluá para que asumiera la señalización nunca hubo respuesta de la entidad.
Un mal endémico
Pero esta situación de inseguridad que una acción particular pudo remediar, se repite en la mayoría de barrios de Tuluá en todos los estratos socioeconómicos y donde los líderes comunales han tenido que recurrir a la buena voluntad de Ayala, o de la concejala Luz Stella Sevillano, para poder señalizar con pintura o ubicar los reductores de velocidad.
«Yo hablé con el doctor Sáchica para pedirle unos reductores y la respuesta es que no había presupuesto y si deseamos pintar pusiéramos el material que el municipio aportaba la mano de obra», dijo un líder comunal a EL TABLOIDE.











