Según confirmó este martes el gobernador Greg Abbott, al menos 109 personas han muerto y 161 más continúan desaparecidas, solo en el condado de Kerr.
“Tenemos que encontrar a cada una de las personas (…) esa es la prioridad número uno”, afirmó el mandatario estatal en una rueda de prensa ofrecida desde Hunt, una de las localidades más afectadas por la emergencia.
Las personas no localizadas han sido reportadas como desaparecidas por familiares, vecinos y amigos, lo que ha disparado la movilización de cuerpos de socorro y voluntarios en múltiples puntos del sur del estado. Las autoridades trabajan contra el tiempo en labores de búsqueda y rescate, mientras continúa la evaluación de daños en varias comunidades.
Equipos de emergencia, bomberos y personal de la Guardia Nacional han sido desplegados en zonas rurales y urbanas arrasadas por la corriente, en medio de condiciones todavía adversas. Las imágenes aéreas muestran barrios enteros anegados, viviendas destruidas y vehículos arrastrados por la fuerza del agua.
El gobernador Abbott no descartó que la cifra de fallecidos aumente en las próximas horas, a medida que avancen las labores de recuperación. “Estamos lidiando con una situación dinámica y dolorosa. Esta comunidad, y todo el estado, están sufriendo”, dijo.
Organismos de gestión del riesgo han activado albergues temporales para los miles de desplazados, mientras se evalúan los daños estructurales en puentes, carreteras y sistemas de energía. Varias ciudades permanecen sin servicio eléctrico y con vías bloqueadas por deslizamientos y árboles caídos.
La Casa Blanca manifestó su solidaridad con el pueblo de Texas y aseguró que está en contacto con las autoridades estatales para coordinar la ayuda federal. Se espera que el presidente Joe Biden se pronuncie en las próximas horas.
Texas ha sido históricamente vulnerable a fenómenos meteorológicos extremos, pero la intensidad y alcance de este desastre ha superado las proyecciones iniciales. La comunidad internacional también ha comenzado a expresar sus mensajes de apoyo y disposición para brindar asistencia.
La emergencia continúa y los esfuerzos se centran ahora en salvar vidas, localizar a los desaparecidos y comenzar la reconstrucción de las zonas más golpeadas por el desastre natural.