El atentado ocasionó daños significativos en establecimientos comerciales de la zona. Además, se registraron ráfagas de fusil dirigidas contra la misma instalación policial, lo que generó caos y pánico entre los habitantes.
el hecho tuvo lugar en el sector conocido como Las Panaderías, a escasos metros de la sede policial. Testigos describieron la explosión como de gran magnitud, que destruyó fachadas de comercios y provocó un incendio que, aunque fue controlado por los trabajadores locales, dejó daños materiales visibles. Aún no se ha confirmado el número exacto de heridos, pero se teme que la cifra sea considerable.
Horas antes de la explosión, en la plaza de mercado de Piendamó aparecieron pancartas que hacían referencia al Frente Jaime Martínez, un grupo disidente de las Farc, y al “Día Internacional de la Rebelión Armada”. Estas pancartas, firmadas por el Bloque Occidental Comandante Jacobo Arenas, incluían consignas como «Camarada Manuel, junto al pueblo construiremos la Nueva Colombia», lo que ha llevado a las autoridades a sospechar de una posible reivindicación por parte de estos grupos armados.
Aunque no se ha confirmado oficialmente la autoría del atentado, el hecho ocurrió en el contexto del 17º aniversario de la muerte de Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo, fundador de las Farc, lo que refuerza las especulaciones sobre la implicación de estos grupos en el ataque.
La detonación y los disparos desataron un clima de pánico en la población, que se vio obligada a buscar refugio mientras se desarrollaba el ataque. Videos difundidos en redes sociales mostraron a personas corriendo por las calles en busca de seguridad. Las autoridades, por su parte, han intensificado los operativos de seguridad en el Cauca, una región que sigue siendo escenario de violencia relacionada con grupos armados ilegales.
Los efectivos de la Policía que se encontraban en la estación lograron repeler el ataque inicial, pero los daños materiales fueron considerables y el impacto psicológico en la comunidad fue profundo. La situación ha generado un clima de incertidumbre en la región, donde la violencia sigue siendo una preocupación constante para las autoridades y los habitantes.
Aunque aún no se ha emitido un informe oficial sobre el número de heridos y el alcance de los daños, se espera que en las próximas horas se brinde un balance detallado de lo ocurrido. Este atentado se suma a una serie de hechos violentos que han marcado al departamento del Cauca en los últimos años, reflejando los persistentes desafíos para garantizar la seguridad y proteger a la población civil en una región históricamente afectada por el conflicto armado.