Si usted opina de algún tema, como por ejemplo, la llamada ‘Operación Orión’ y da un concepto nada favorable a esa acción militar, de inmediato, una gran mayoría de personas, a través de las redes sociales, incluso quienes lo leen y hasta quienes conversan con usted, frente a frente, lo tildan inmediatamente de izquierdista o ‘Petrista’.
Igual sucede si usted da una opinión favorable sobre algún tema que tenga que ver con los dirigentes de la llamada derecha o ultraderecha. Inmediatamente es estigmatizado, “que se volvió uribista”.
Lo triste de estas situaciones es que no pocas veces trasciende las redes sociales para enquistarse hasta en las propias relaciones familiares, de vecinos, que se fracturan e incluso se rompen debido a la creciente polarización.
No puede ser que no respetemos la opinión ajena y, peor aún, que se estigmatice.
No solo está sucediendo en Colombia. Esta tendencia está cubriendo casi que el planeta entero. Lo grave es que se tolera al mandatario de turno, llámese como se llame siempre y cuando sea de mi línea ideológica, se le perdona lo que sea.
Atrás están quedando los análisis serios y concienzudos. Tal vez, es un efecto que ha traído consigo la modernidad y las redes sociales, pero que a su vez es hábilmente utilizado por quienes quieren moldear la opinión a través de poderosos medios de comunicación, pareciera que tuvieran como estrategia dividir.
“Divide y reinarás”, dice un viejo adagio.
Y esas mismas redes sociales, que polarizan, que estigmatizan, también se han convertido en vehículos para desinformar y hasta para generar toda clase de antivalores.
Ahora se destaca lo burdo, lo vulgar, lo inmediato, lo que es fácil de digerir. Ya a muy pocos les gusta detenerse a leer, a pensar, por eso la manipulación y lo fácil que es crear conceptos rancios y simplones en una mayoría que no aprendió a distinguir entre ‘lo bueno’ y lo que realmente nos conviene como pueblo y nación.
A tras quedaron los valores, aquellos con los que muchos nos levantamos y con los que mal que bien, se ha hecho posible ir construyendo país.