Tobar, uno de los preparadores de judo y metodólogos más representativos del Valle del Cauca, nació hace 49 años en el barrio Los Hoyos de Popayán, pero desde hace mucho tiempo se radicó en la Villa de Céspedes.
Es licenciado en Educación Física y Deporte de la Uceva, magister en Actividad Física y Deporte de la Universidad Autónoma de Manizales, estudios que potencializaron sus conocimientos en este arte marcial que hoy comparte a través de su trabajo en Indervalle, desde donde masifica la disciplina en todo el territorio vallecaucano.
DATO: El deporte es una posibilidad laboral y una forma de forjarse como persona útil a la sociedad.
Tobar dice que desde niño tuvo claro a lo que se dedicaría cuando grande pues, cuando miraba a través del televisor del vecino las películas de Bruce Lee, las ganas de practicar el judo fueron en ascenso.
“Tenía 7 años y sin pensarlo dos veces me dirigí al coliseo deportivo de Popayán, donde vi a un señor que le daba instrucción a varios niños que estaban vestidos como en la televisión y tenían que subir un lazo.
Ni corto ni perezoso le pedí que me enseñara y el Maestro me respondió: si hace lo que están haciendo los otros, lo aceptaré”, recordó con nostalgia este enamorado de su disciplina que reconoció que fueron muchas las dificultades por las que pasó, pero logró su cometido. Desde entonces el judo se convirtió en su estilo de vida.
El judo y sus cinturones
Los practicantes del judo reciben varias distinciones, dependiendo del avance logrado.
Es de esta manera como se inicia con el cinturón blanco, luego se pasa al amarillo y así sucesivamente al naranja, verde, azul, marrón, hasta llegar al negro.
Con el cinturón negro se da comienzo a otra etapa, pues le sigue el cinturón negro primer Dan, dos años más para llegar al segundo Dan, tres años para el tercer Dan, cuatro años para el cuarto Dan, cinco años para el quinto Dan y luego seis años activo para adquirir el grado de Maestro cinturón rojo y blanco que es el que actualmente posee Alexánder Tobar.
“Mi máxima aspiración es llegar al décimo Dan cuando esté bordeando los 72 años”, manifestó.
El judo a este patojo le ha permitido conocer varios países y sus respectivas culturas, es así como ha viajado a Chile, Argentina, Ecuador, Perú, Venezuela, Panamá, Puerto Rico, España, Canadá, México y Corea del Sur.
Igualmente, dice que le ha enseñado a vivir el ahora y le ha dejado grandes satisfacciones como el fundar un club en Tuluá, poder trascender y llevar este deporte a la Uceva en el año 2010.
“El haber impulsado varios deportistas y entrenadores que en estos momentos tienen el judo descentralizado en Trujillo, Riofrío, Yotoco, Vijes y el haber fortalecido este deporte en el centro del Valle y en el departamento es tal vez una de mis enormes alegrías”, manifestó.
Los mejores judocas tulueños
Son muchos los judocas que se han destacado en Tuluá, pero por nombrar solo a uno Tobar se refiere a Juan Camilo Trujillo Saldaña, campeón panamericano mayor y actual entrenador en Tuluá.
“También tenemos un deportista que se llama Cristian Vargas con muy buenos resultados deportivos”, dijo.
Sobre las condiciones para desempeñarse exitosamente como judoca expresa que es muy importante poseer ciertas características como son disciplina, perseverancia y constancia. “Un judoca debe ser una persona integral, que se distinga dentro y fuera del tatami, es decir, el tapete donde se practica”, enfatiza.
Igualmente explica que la vida cotidiana de un deportista de esta disciplina debe tener como base tres principios fundamentales: fomentar la paz y la amistad entre todos los pueblos, ceder para vencer y dar el máximo rendimiento con un mínimo de esfuerzo.
Físicamente los judocas deben tener fuerza, resistencia, velocidad y preparación mental y estar rodeados de un grupo interdisciplinario, como lo ofrece actualmente Indervalle, para potencializar esas aptitudes.
Es así como hoy cuentan con entrenador, fisioterapeuta, preparador físico, sicólogo, biomecánico, trabajador social y metodólogo.
El Valle del Cauca tiene muy buenos dojos (espacios destinados para la práctica de las artes marciales) en ciudades como Cali, Palmira, Yumbo.
“En Tuluá se viene trabajando con el apoyo de la Liga Vallecaucana de Judo, el Imder e Indervalle en la adecuación de los escenarios, lo mismo que en Trujillo, Riofrío, Vijes, Yotoco y la idea es trabajar con lo que tenemos”, dijo Tobar quien recomienda además a los niños y niñas que deseen iniciar la práctica de este deporte vincularse desde los 7 u 8 años de edad.
Alexánder Tobar trabaja actualmente con los deportistas de alto rendimiento de 15 municipios del departamento, para los que además cuenta con el apoyo de un grupo de profesionales.
“Recorro los municipios dictando capacitaciones y brindando orientación, desde lo deportivo hasta lo legal”.
Finalmente manifestó que el apoyo que se le viene brindando a los deportistas del Valle del Cauca es uno de los mejores de Colombia.
“Ya no es como en años pasados, cuando un deportista se lesionaba y quedaba a su suerte o al apoyo que le pudiera prestar la empresa privada; ahora el apoyo es real y eso genera esperanza, entusiasmo y ganas de seguir trabajando por lo que amamos”, puntualizó este apasionado del deporte y tulueño de corazón.