En estos días se está celebrando una edición más de las olimpiadas, que convocan a cientos de deportistas del mundo, que compiten por una presea. Cabe anotar que, en las últimas versiones de estas justas, se han agregado deportes como el surf, el skateboaarding, el BMX freestyle, entre otros.
Estos se han integrado a otros deportes clásicos. Se argumenta que esta inclusión se hace con el propósito de incrementar la igualdad.
Sin embargo, los requisitos para que un deporte se convierta en olímpico son los siguientes: debe contar con federación masculina en, por lo menos, 75 países de cuatro continentes y femenina en 40 países de tres continentes. Además, el país anfitrión puede proponer que se incluyan o eliminen deportes, en observancia de su fortaleza en los mismos o de las condiciones climáticas o económicas. Desde luego, el COI decide si acepta estas propuestas.
Retomando las presentes olimpiadas se ha de resaltar la presentación de las delegaciones, que tuvo como escenario al rio Sena, desfile que iluminó con mayor intensidad la ciudad luz. Ha de notarse que la descontaminación del Sena para este evento costó varios millones de dólares.
Se debería seguir este ejemplo para aprovechar las fuentes hídricas, aunque lo ideal sería no contaminarlas. Ahora bien, en cuanto a los juegos, es notoria la superioridad de Estados Unidos, de algunos territorios de la UE y de Asia, sobre los países de América Latina. Esta es una constante que se ha registrado, por lo menos en la historia reciente.
Por ello, si bien las autoridades competentes hacen esfuerzos para que nuestros atletas desarrollen una buena performance, todavía resta mucho por hacer para reducir la mencionada brecha. Este programa ha de incluir, además, la construcción de los respectivos escenarios deportivos. Incluso, una de nuestras competidoras tuvo que prepararse fuera de su ciudad natal, debido a la carencia de espacios adecuados para la práctica de su deporte.