Arrojar los desechos en las alcantarillas conlleva una serie de problemas que van más allá de la obstrucción del sistema.
La acumulación de desechos puede causar bloqueos, reducción del flujo de agua y aumento del riesgo de inundaciones.
Además, los residuos atrapados pueden generar olores desagradables y convertirse en un cultivo para bacterias y gérmenes perjudiciales, indican los expetos en el tema.