Escucharlo es un deleite musical profundo y genuino, posible en la generosidad de la leyenda castellana, el amor y el respeto por este oficio.
La vigencia de Julio Iglesias como cantante y persona, permanece inalterable y mejorada en esta grabación que se honra con el arte de un genio que trasciende su propia y única leyenda.
Escuchar a Julio cantando “Bohemio” resulta definitivo y consagra los versos que agradecen, humildes, la complicidad de un cantante que cada día canta mejor.
Este lanzamiento independiente y universal equivale, en las grabaciones musicales, a la invención de la imprenta y el gol de Maradona frente a Inglaterra.
Ni todo el oro del mundo puede comprar el privilegio de escuchar a Julio Iglesias cantando como canta “Bohemio”, con Andrés Calamaro.
“Bohemio” fue estrenada en el álbum del mismo nombre, que inspiró un largometraje transgénero, Bohemia inclusiva y feminista.
El “bohemio rebelde” es una construcción personal no transferible que instala la renuncia como virtud.
Estos versos se reescriben en la interpretación colaborativa de Julio Iglesias, en la producción de Carlos Narea y el arreglo de German Wiedemer para trio criollo con Martin Bruhn en percusiones y Toño Miguel en contrabajo.