El mundo siempre se encuentra inmerso en procesos de cambio político, social, cultural, entre otros. En el ámbito socio-cultural, llama la atención lo referente a los nombres de las personas.
En efecto, años atrás, las más de las veces, un bebé recibía el nombre de su padre o madre, en otros, se lo registraba conforme al santo que marcaba el día de su nacimiento.
Por ello, era común bautizar a los/las recién nacidos/nacidas, con nombres como: Eugenio, Crisanto, Macario, Carmela, Enriqueta, Gertrudis, lista que se podría ampliar con otros vocablos, que se diría ya cumplieron su ciclo.
No se puede decir que los nombres que se registran ahora, sean mejores que los que otrora marcaron la identificación social de una persona, dado que estos, se ajustaban a los gustos y cosmovisiones que signaron la vida en una época particular.
Así las cosas, en la actualidad es común escuchar nombres como Eithan, Gael, Samuel, Frida, Britney, entre otros, algunos tomados de otras lenguas. A estos, se pueden agregar combinaciones como Juan Camilo, Juan Manuel, María José, dado que un blending de éstas permite obtener las emisiones Juanca, Juanma, Majo, que en el lenguaje informal, imprimen más sofisticación y sonoridad a sus respectivas formas completas.
El fenómeno anterior permite observar que no todo puede ser blanco o negro, dado que existen matices entre ellos, que admiten hablar de un tono blanco de titanio o de un negro medianoche, por ejemplo, tintes que no necesariamente corresponden al color original. Un fenómeno similar aplica al tema en cuestión.
De este modo, se puede hacer un blending (combinación de sílabas iniciales y finales de palabras) con Deyanira y Lida para generar Deyali, con Jorge y Eliécer para obtener Joel; de José y Elías se deriva Josel.
.
Además, la inversión de las letras de una forma tradicional como María, por ejemplo, resulta en Maira; si a esta última se le suprime la vocal i, se genera Mara.
Con la omisión de la letra final de un nombre se crea uno nuevo; así de Mariela se deriva Mariel, de Jairo – Jair. Estas estrategias pueden servir a los padres para marcar la identificación de sus hijos y a estos para sentirse orgullosos de su identificación.