Tras bajar a los soldados de sus vehículos y quemar una de las camionetas en que se transportaban, se fueron en otro de los carros que terminó volcándose a 800 metros del lugar.
En el mismo suceso, los individuos hurtaron cinco radios, seis computadores y detectores de metales.
A través de un comunicado el Ejército Nacional condenó los hechos que pusieron en riesgo a los soldados que, por la función que cumplen, no portan armas de fuego.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Tuluá, Jorge Alexánder Gallego Chávez indicó que “de acuerdo a las instrucciones que ha dado el señor Alcalde, las articulaciones con la fuerza pública siguen para generar y garantizar la tranquilidad en la alta, media y baja montaña de nuestro municipio.
Estaremos atentos a que las operaciones den los resultados que necesitamos para devolver la tranquilidad que este sector de nuestra ciudad necesita”.