De acuerdo con lo explicado por el funcionario, en el Centro de Zoonosis se detectaron algunos casos y tambien a través de los servicios que ofrecen en algunas veterinarias pero no da para declarar una alerta general en el municipio.
“Claro está que el no hacer una declaratoria de esta naturaleza, exime a lo propietarios de las mascotas a cuidar a sus animales y es por ello que se debe suministrar todos los esquemas de vacunación”, dijo Aguirre Castaño.
DATO: Los brotes ya no son tan frecuentes, pues la vacunación incide de manera positiva en el control.
El moquillo es una enfermedad que generalmente afecta a los perros y se hace grave si estos no han sido vacunados, están mal alimentados o presentan alguna deficiencia de índole cerebral.
“Si usted tiene su perro y no cuenta con esquema de vacunación, pues lo mejor es no sacarlos, pues el contagio es fácil” explicó Aguirre Castaño.
¿Qué es el moquillo?
De acuerdo con los reportes médicos, el moquillo es una enfermedad canina muy contagiosa que sigue siendo muy temible. Los brotes en la actualidad son poco frecuentes gracias a la vacunación masiva, pero algunos perros y algunas perreras pueden sucumbir a los estragos de esta enfermedad debilitante y a menudo mortal.
Es causada por el virus del moquillo canino. Afecta fundamentalmente a los perros, y en algunas regiones a otros animales. El virus se transmite fácilmente por el contacto directo con perros infectados y puede estar presente en las secreciones de la nariz y las lágrimas, que se esparcen como un aerosol en forma de gotitas diminutas. Los perros infectados pueden diseminar el virus durante varios meses.
Los síntomas
Durante los días siguientes a la infección, el primer síntoma que aparece es la fiebre, que puede durar solo unos días para reaparecer en un segundo brote más prolongado que se acompaña de otros síntomas. Muchos perros poseen una inmunidad parcial proporcionada por la madre o residual de vacunas pasadas a las que no siguieron las dosis de recuerdo pertinentes, y pueden manifestar únicamente un ligero malestar, con lagrimeo, mucosidad y algo de tos. “Son estos perros los que tienen más posibilidades de contagiar la enfermedad con toda su virulencia a otros perros mal vacunados o sin vacunar cercanos”, dicen los expertos.