Tuluá Cómo Vamos indagó a los rectores de dichas instituciones sobre cómo ha sido este proceso de regreso a la presencialidad, y cuáles son los principales desafíos que han tenido que enfrentar, en un trabajo que contó con el apoyo de la Fundación Levapan y CELSIA como socios aliados estratégicos, trabajo que permitió de manera general determinar cómo han vivido esta etapa los estudiantes, padres de familia, docentes y directivos de las Instituciones Educativas Oficiales del municipio de Tuluá, y cómo la implementación del programa “SEE Learning” contribuye directamente a la solución de dichos desafíos y problemáticas.
Resultados de la encuesta
De acuerdo con lo explicado por Catalina Beltrán, quien lidera el programa, para obtener los resultados se le indagó a los directivos por tres temas específicos, el primero de ellos relacionado sobre cómo ha sido para los estudiantes el retorno a la presencialidad.
En este aspecto, la medición indica que para el 50% que ha sido un proceso agradable, ya que los estudiantes les manifiestan sentirse contentos por volver a compartir las vivencias diarias con sus compañeros y profesores, puesto que extrañaban la cotidianidad de sus rutinas en las aulas de clase, y las relaciones interpersonales que caracterizaban su vida escolar antes de la pandemia.
DATO: Problemas de convivencia, dro-gadicción e incumplimiento de los horarios son los puntos negativos.
Esa postura de los estudiantes es compartida por los rectores al manifestar que el retorno a la presencialidad es positivo, ya que se requería para mejorar y optimizar los procesos de aprendizaje de los educandos, obstante un 31% de los rectores afirma que el retorno a la presencialidad de los estudiantes a las aulas de clase ha sido un proceso difícil, y el 19% afirma que ha sido un proceso retador.
Igualmente se cuestionó sobre cómo se sienten los maestros al regresar a la presencialidad, en este ítem el 69% respondió que los maestros se sienten motivados, el 19 % afirma que se sienten cansados y finalmente, un menor porcentaje del 12% responde la opción “otro”.
Finalmente, se indagó a los rectores sobre si los padres de familia apoyan el retorno a la presencialidad logrando una respuesta del 100% a favor del retorno, pues para ellos la presencialidad hace que el proceso de aprendizaje sea más productivo, puesto que algunos padres manifiestan que desde casa los estudiantes bajaron su rendimiento académico al no estar tan pendientes de sus compromisos y obligaciones escolares, los estudiantes interactúan con sus compañeros y profesores saliendo del encierro, se disminuyó el uso de dispositivos electrónicos (celulares, computadores, tabletas, etc.) y finalmente señalan estar más tranquilos, ya que sienten que sus hijos están más seguros dentro de las Instituciones Educativas, y a su vez, esto permite que los padres de familia también puedan retomar las rutinas laborales o personales que llevaban antes de la pandemia.
Las preocupaciones
El trabajo desarrollado por Tuluá cómo Vamos permitió no solo medir los beneficios del retorno a la presencialidad en las aulas de clase, sino también establecer algunas problemáticas que se han hecho dentro del salón de clase y en la parte externa de los planteles.
Para los rectores consultados, este proceso ha conllevado a algunos retos y dificultades, pues afirman que se han presentado problemas de convivencia entre los estudiantes, a quienes les ha sido difícil adaptarse nuevamente a los horarios, normas de convivencia y otras rutinas características de la presencialidad. “Dichas conductas obedecen posiblemente al aislamiento y desarticulación prolongada de los estudiantes de sus respectivas aulas de clase, y por ende al cambio de diferentes hábitos a los que obligó el periodo de pandemia. Dentro de los problemas de convivencia más recurrentes, se destacan la impuntualidad, los conflictos y enfrentamientos entre estudiantes y el consumo de sustancias psicoactivas”, revela el informe.
Acciones preventivas
Ante este diagnóstico, una de las propuestas del municipio ha sido la implementación del programa “SEE Learning” en todas las Instituciones Educativas Oficiales, el cual se ha llevado a cabo gracias a una alianza multisectorial conformada por la Universidad de Emory de Atlanta, Estados Unidos, la Fundación Levapan, CELSIA, la Alcaldía Municipal, a través de la Secretaría de Educación, y la Universidad San Buenaventura seccional Cali.
“A grandes rasgos, este programa pretende enseñar competencias sociales, emocionales y éticas para mejorar las relaciones humanas y promover el bienestar propio y la empatía hacia los demás. Para ello, 386 docentes de las mencionadas Instituciones Educativas Oficiales del municipio de Tuluá, reciben desde el 2020 un plan de capacitación y acompañamiento para la enseñanza de la citada estrategia”, indica el documento publicado por la entidad que es liderada por la profesional Catalina Beltrán.