Los restos arbóreos estuvieron por años en el sitio y ya habían levantado los pisos y dañado los sardineles del escenario. Justamente, en ediciones pasadas, EL TABLOIDE había denunciado la situación, al igual que el deterioro de las bancas y otras piezas que hacían parte del mobiliario del lugar.
“Nos parece bien que la alcaldía haya acatado el llamado que veníamos haciendo desde hace varios años, pues el parque se había deteriorado y ya era hasta peligroso por la inestabilidad de los pisos”, dijo Henry Tamayo, habitante del sector.