Y es que su trabajo empieza a ser reconocido y a diario recibe llamadas de personas que dicen tener presencias “extrañas” en sus propiedades y usando tecnología de punta ha podido hacer hallazgos interesantes.
“Esto es un trabajo que se hace en equipo y requiere de mucha paciencia, pues en ocasiones no resulta fácil dar con lo que se busca y en otras ocasiones se encuentran cosas que nos sorprenden”, dice este tulueño mientras exhibe orgulloso los restos de un Xilópalo, una madera fosilizada de unos 200-250 millones de años, perteneciente al periodo del Triásico y hallado en el norte del Valle del Cauca.
Tras la huella del mastodonte
Una de las apuestas de este grupo de investigadores, del cual hace parte el tulueño, es determinar la presencia en esta parte del país de los mastodontes, mamíferos muy parecidos a los mamut qué, según los estudios realizados, desaparecieron hace por lo menos 11 mil años y cuyos restos óseos han sido hallados en varias zonas del país, entre ellas en el Valle del Cauca.
Esta especie, indican los estudios, desapareció como consecuencia de los cambios climáticos.
Justamente hace algunas semanas fueron hallados restos fósiles de uno de ellos, en orillas del río Cauca a la altura de Mulaló, corregimiento de Yumbo, donde un grupo de personas que hacía excavaciones se topó con el descubrimiento que sorprendió a todos.
“Lamentablemente cuando llegamos ya no estaba completo porque al no conocer su valor histórico y comercial, la gente los deshecha”, comenta, mientras que recuerda cómo en una ocasión se produjo un hallazgo similar y los restos del histórico animal terminaron como roca muerta en la compactación de una vía rural.
Uno de los sueños de “Pirri” es lograr que en Tuluá, su pueblo natal, algún alcalde u entidad se interese por darle vida a un museo donde llevar estas y otras piezas halladas.