El hecho se registró en la calle 27 con carrera 21, donde sujetos desconocidos, que se desplazaban en motocicleta, los sorprendieron y les dispararon en repetidas oportunidades.
DATO: 19 años era la edad de María José, mientras que César tenía 32. Ella había egresado del Gidelpa.
Las infortunadas víctimas fueron identificadas como María José Grisales Serna y César Augusto Cardona Castellanos, de 19 y 32 años de edad, respectivamente.
Como era de esperarse, el hecho causó honda consternación entre amigos y seres queridos. En el caso de María José, una joven que apenas empezaba a vivir, con sueños y anhelos, y que era egresada del Gimnasio del Pacífico, donde fue muy apreciada por su carisma y compañerismo.
César Augusto, por su parte, era una persona con mayor recorrido en la vida, con muchas amistades y especialmente con una familia que siempre lo apoyó y estuvo a su lado cuando más lo necesitó.
Muy unidos
Las víctimas tenían una bonita relación, según comentaron algunos de sus allegados, prueba de ello era la gran cantidad de fotografías en la que juntos aparecían, que compartían y publicaban en las diferentes redes sociales, de allí que su muerte haya generado ese alto impacto.
De otra parte, en redes sociales los familiares de esta pareja, escribieron emotivos mensajes de despedida, pero llama poderosamente la atención el que publicó la señora Stella, donde lamenta la desaparición de su hijo y su nuera, y al mismo tiempo destaca algunos recuerdos pero hace énfasis en algunas de las peticiones de su hijo César Augusto, de “tenderle la mano a quien toca la puerta en busca de ayuda”.
El hecho
Este doble homicidio fue perpetrado en un sitio que durante el día es muy concurrido, pero que en horas de la noche reina la soledad. Allí, en la esquina de la calle 27 con carrera 21, cayó, víctima de las balas asesinas esta pareja. Mientras María José alcanzó a ser trasladada hasta un centro asistencial, César murió en el lugar de los hechos.
La joven de 19 años, murió minutos después cuando recibía atención médica. Las autoridades trabajan sobre algunas hipótesis y líneas de investigación, que posiblemente están ligadas a una situación que ya se ha convertido en una especie de lugar común: posible ajuste de cuentas.
Como parte de las acciones que se adelantan para dar con los responsables del hecho, se analizaron los videos de cámaras de vigilancia instaladas en esa zona del centro de Tuluá.