Con sorpresa, muchos tulueños que habitualmente permanecen o transitan en inmediaciones de la antigua terminal de transportes de la Villa de Céspedes, observan como de la edificación, que por muchos años sirvió de puerto terrestre y de conectividad con el resto del país, solo queda el cascarón o la fachada, pues en un abrir y cerrar de ojos los vándalos se llevaron todos los elementos de su interior.
Rejas de seguridad, tasas sanitarias, lavamanos, barandas metálicas, tubería para el cableado eléctrico y puertas, desaparecieron ante la mirada complaciente de las autoridades e incluso mucho de esos elementos que hacen parte del patrimonio ciudadano terminaron vendidos en locales contiguos.
No obstante la mayor preocupación de los comerciantes del sector y los habitantes de barrios como Progresar, Rojas, Las Delicias entre otros, es que el sitio, se convirtió en una auténtica guarida de delincuentes y las peleas con arma blanca y los escándalos aumentan cada día.
Solicitan los quejosos que cuanto antes el gobierno local tome cartas en el asunto y demuela la edificación al tiempo que esperan la ejecución, de las obras de continuidad vial que el alcalde Gustavo Vélez ha anunciando en varias ocasiones.