Desde su experiencia ganada en diferentes acciones desarrolladas en Antioquia, donde han logrado avanzar en procesos de paz territorial y en la que intervienen actores carcelarios, el abogado Iván Darío Gutiérrez, quien hace parte de la Corporación Pro Internos y sus Familias de Colombia (Corpifamco), habló con EL TABLOIDE sobre la compleja situación que vive el municipio de Tuluá en materia de seguridad y que tiene como eje central a la autodemominada Oficina o La Inmaculada.
Análisis del panorama
Al ser consultado sobre la posibilidad de un diálogo entre el gobierno en sus diferentes niveles y los líderes de la organización delictiva, el abogado Gutiérrez precisó que es algo complejo por la estructura interna que poseen y que la hacen distinta a otras células delictivas que operan en el país. “Es muy complejo, porque ellos son una ala de otras organizaciones que convergen.
La Inmaculada puede llegar y sentarse y negociar y ofrecer una mesa para hacerlo, pero no hay un soporte jurídico, pues los líderes pueden sentar un precedente de diálogo pero los otros no, y mientras eso pasa se sigue dilinquiendo”, precisó el jurista, quien ha trabajado en procesos con los famosos combos que operan en el Valle de Aburrá con positivos resultados.
Añadió que los índices de criminalidad y de violencia en Tuluá en los últimos meses se ha agudizado, “lo que demuestra que ellos se han ido más por el lado violento que por la parte pacífica y la postura del alcalde frente a la banda es contundente y más con los últimos hechos que han dado cuenta los medios. Entonces eso hace muy difícil que haya un ambiente propicio para hablar de diálogo en este momento”, expresó.
Modelos a seguir
“Nosotros tenemos experiencia aquí con bandas, precisamente desde la cárcel Bellavista y logramos la pacificación de territorios donde había un conflicto de fronteras invisibles, balaceras, extorsiones, entre otros hechos delictivos, y hoy en día son comunas totalmente pacíficas, gracias a esa pacificación las estructuras se desmontaron y hoy el panorama es diferente”, precisó.
Debe haber voluntad política
Para Iván Darío Gutiérrez es claro que para poder avanzar debe haber un compromiso de los dos lados inmersos en el conflicto y de manera necesaria acompañamiento institucional de parte del Estado en todo su conjunto.
“Deben ofrecerse programas de rehabilitación, resocialización a través de capacitaciones, generación de empleo y estudio para buscar que estos muchachos tengan otras alternativas de vida que no sea la delincuencialidad” indica el abogado paisa.
“Si no hay voluntad política desde la Administración Municipal y departamental, no pueden prosperar diálogos de paz o desmovilizaciones y la entrega de sus estructuras”, puntualizó.
Dispuestos a mediar
Aunque de entrada reconoce que es compleja la situación, el abogado de la Corporación Pro Internos y sus Familias de Colombia (Corpifamco), dice estar dispuesto junto a su equipo a trabajar en una eventual negociación entre La Oficina de Tuluá y el gobierno nacional para lograr una salida pacífica al conflicto que vive el municipio de Tuluá.
Trayectoria
La Corporación Corpifamco, que trabaja en pro de los derechos de los internos de las cárceles de Medellín y sus familias, ha liderado diferentes procesos, entre ellos, un proyecto con el que se pretende mitigar el grave problema de hacinamiento en las cárceles de Colombia.