La gráfica registra los daños en la calle 26 con carrera 22 y en la carrera 27 con calle 25, zona céntrica de Tuluá, donde las tapas, en el primer caso, se hundió por el peso de los vehículos y la otra fue desprendida la lámina de protección que se había instalado en días pasados.
Es la misma suerte que corren las rejillas que se instalan en los diferentes sectores de la Villa de Céspedes y que constantemente son objeto de las acciones vadálicas y de hurto por parte de las personas en situación de calle.
Es menester que desde la Secretaría de Hábitat e Infraestructura y la gerencia de Emtuluá se adelante un inventario y se determine el estado de estas estructuras y se asuman las acciones correctivas del caso.