El punto conocido por los tulueños de antaño como La Pileta, es la letrina de los habitantes de calle, lo que se ha convertido en generadora de malos olores.
“Es una tortura trabajar por acá cuando aumentan las temperaturas, pues los olores nauseabundos afectan hasta nuestra respiración”, dijo uno de los comerciantes de la zona al hacer la denuncia de la problemática a través de EL TABLOIDE.