En el año que recién expiró hicimos presencia en 15 barrios y un corregimiento en 4 puntos cardinales, evidenciando que Tuluá es un municipio que ha crecido en su polígono urbano de una manera positiva y si bien subsisten algunos rezagos de lo que ahora llaman pobreza multidimensional, es un municipio con unas características especiales donde predomina una vida en buenas condiciones en aspectos como salud, educación, vivienda, deportes, entre otros.
Al hacer la revisión de los recorridos que iniciamos en Laureles 1 y terminamos en El Limonar, encontramos que la mayoría de líderes comunales contactados se sienten solos y sin el apoyo debido de los propios habitantes de los barrios, compañeros de juntas y de manera especial por el gobierno local y es común oírlos decir que los políticos son muy generosos y prolijos en campaña, pero una vez elegidos se alejan y en algunos casos no los vuelven a ver en sus territorios.
Es una calle de Villa Campestre, el barrio estrato 5 con las peores calles de Tuluá.
En La Santa Cruz hay temor por los daños que causa el río Morales. Urgen atención.
Las necesidades
Ese recorrido por los barrios tulueños, deja como una primera conclusión que es la falta de pavimentos la mayor necesidad y en sectores como Guayacanes y La Santa Cruz, ese porcentaje supera el 50% de calles que aún no han sido intervenidas y un caso particular es el de Villa Campestre, uno de los pocos ubicados en el estrato 5 y 6 que tiene la mayoría de calles acabadas, pues el asfalto usado por la urbanizadora fue de mala calidad y mal aplicado.
La mayoría de los líderes comunitarios contactados, se mostraron partidarios de aceptar el modelo 50/50 planteado por el alcalde Gustavo Vélez para avanzar en obras de pavimentación, pero líderes como Héctor Fabio Buitrago, en Bosques de Maracaibo, y Carlos Mario Gómez, en Villa Campestre, consideran poco justo tener que acudir a este modelo cuando es el Estado quien debe retribuir con obras los impuestos que pagan.
“Aquí muchos consideramos que la inversión del Estado debe ser proporcional a los impuestos que pagamos y que por demás son onerosos”, afirmó Gómez en la entrevista concedida a EL TABLOIDE.
Junto a las obras de infraestructura, en los barrios de la Ciudad Corazón del Valle se destacan otras necesidades como la falta de mantenimiento de las zonas verdes en su componente arbóreo, la incultura ciudadana, la inseguridad y la señalización de las calles.
Para los líderes barriales el año 2025 representa la oportunidad de llegar con las obras esperadas y esperan tener un gobierno más cercano.