La estrategia ha ido ganando espacio en el mundo y ya son varios los países, entre ellos Colombia, que se han sumado a esta estrategia que busca frenar el reclutamiento de los menores por parte de los grupos ilegales cualquiera que sea su denominación.
En el caso de Tuluá, aunque no hay cifras concretas, sí se han generado situaciones de riesgo en diferentes sectores en la parte urbana y rural que ameritan la intervención del Estado local para hacerle frente a la problemática.
DATO: En Tuluá no hay una estadística clara con respecto a los niños usados por las bandas criminales.
Justamente y como parte de los actos conmemorativos, la alcaldía de Tuluá, a través de la Secretaría de Gobierno, adelantó varias actividades de sensibilización a la comunidad llevando un mensaje directo sobre la urgencia de sacar a los menores de la confrontación.
La primera parte de la jornada se desarrolló en la mañana del viernes en la estación de combustible del corregimiento de Aguaclara.
De manera posterior el equipo interdisciplinario se trasladó a los callejones Guayabal y El Diamante.
En horas de la tarde la jornada de trabajo se trasladó al barrio La Santa Cruz para concluir en la urbanización Buenos Aires, zona occidental de la Villa de Céspedes
Amanda Jaramillo, quien hace parte de la mesa municipal de prevención del reclutamiento, escogió estos sectores, porque las estadísticas e informes arrojan que en ellos el fenómeno se ha hecho presente y tiene marcada incidencia.
En el marco de la jornada se hizo entrega a los niños de paquetes escolares y balones rojos indestructibles como símbolo de la lucha que la sociedad civil debe liderar para sacar a los niños y jóvenes de las confrontaciones armadas.
Este accesorio ligado a la práctica deportiva fue donado por la OIM y la Embajada Suiza.