Hace falta presencia más efectiva de los agentes de tránsito que, por estos días tan álgidos, brillan por su ausencia.
No puede ser que en una vía de tanta importancia se permita el parqueo al lado y lado.
La movilidad en Tuluá es una de las asignaturas pendientes de la Administración Municipal que no ha podido regular el tránsito en la zona céntrica, donde el caos es reinante y a lo que se suma la falla reiterada en algunos cruces semaforizados afectados por los actos vandálicos de los meses de abril y mayo en el marco del paro nacional.
Ojalá que el 2022 venga con un nuevo aire y se pueda mejorar la movilidad por las calles de la Villa de Céspedes.