De acuerdo con lo informado, el campero Chevrolet Vitara, de placas OOI245 y modelo 2007, había sido asignado por el alcalde Gustavo Vélez Román, para que el funcionario Posada se movilizara.
Sin embargo, vale la pena indicar que, a pesar de que Posada Rosero ha asegurado que ha recibido amenazas en su contra, el carro en que se movilizaba y en el que, supuestamente, llegó para disfrutar del encuentro deportivo en Cali, no tenía los vidrios blindados ni las condiciones para prestar un servicio de protección.
Igualmente, fuentes extraoficiales aseguraron que “el arma de dotación del escolta de la Unidad Nacional de Protección que lo acompaña permanentemente, y que ese día dejó dentro del carro, también se lo llevaron los ladrones”.
Finalmente, el alcalde Vélez expresó que no descarta la posibilidad de que se trate de una persecución contra el funcionario.
Ante lo sucedido han surgido varios interrogantes, entre ellos el por qué la denuncia del robo ante la Fiscalía General de la Nación no fue interpuesta el mismo día de los acontecimientos pues, al parecer, y según la fecha de expedición del oficio, el reporte se hizo cuatro días después del suceso.
Adicionalmente, los entes de control investigan si el vehículo, asignado para labores propias de la dependencia que tiene a cargo Posada, se le estaba dando el uso correcto.