La investigación reveló que una riña entre detenidos por el control del microtráfico en el patio 8 generó el incendio. La Procuraduría consideró que Fernández Torres no garantizó las medidas eficaces para garantizar la disciplina dentro del establecimiento, a pesar de haber gestionado la asignación de más personal de guardianes.
Además, la Procuraduría sancionó a otros tres funcionarios: Javier de Jesús Orozco Gómez, comandante de vigilancia, y los dragoneantes Luis Felipe Cruz Arredondo y Edilson Alberto Marín Marín, quienes fueron suspendidos en el ejercicio de sus cargos por 9 meses.
Las faltas cometidas por los disciplinados fueron calificadas como grave con culpa grave. Contra esta decisión de primera instancia procede el recurso de apelación ante la Sala Ordinaria Disciplinaria de Juzgamiento.