De manera artesanal, los habitantes del sector han instalado señales preventivas para tratar de evitar accidentes con consecuencias lamentables.
Este es un mal que no tiene exclusividad en Tuluá, pues según las cifras nacionales, en promedio en el país se roban a diario 198 tapas de alcantarilla y 250 rejillas de desagüe, cifras muy elevadas pese a las distintas estrategias que han utilizado para acabar con el delito.
La ciudadanía de manera permanente exige que acaben con el accionar de los delincuentes, pero el control resulta insuficiente pese a los continuos operativos que se desarrollan.