Para los participantes de la jornada, sorprende el actuar de estas personas que ensucian la ciudad sin importarle el daño que se le causa a la comunidad en general. De acuerdo con lo indicado, buena parte de la problemática es generada por los carretilleros o las personas que son contratadas para botar los escombros y que por desidia o pereza u ahorrarse un dinero no los llevan a la escombrera oficial que funciona de manera reglamentaria en el corregimiento de Aguaclara. Cabe recordar que el Código Nacional de Policía establece que las personas que incurran en la contravención de arrojar basura u otros desechos en los sitios públicos deberán pagar una multa de hasta diez salarios mínimos diarios y que también recaerá en los propietarios de las obras de donde provengan los escombros.