En estas imágenes se aprecian los daños en la carrera 25 con calle 22, justo a pocos metros del paso a desnivel que comunica a los barrios Tomás Uribe y La Graciela. La segunda fotografía, de izquierda a derecha, corresponde a la calle 27A o de las chatarrerías, en cercanías a la antigua terminal de transportes. La tercera gráfica corresponde a la calle 39 entre calles 27 y 28, frente a las urgencias del Tomás Uribe, donde el hueco aumenta en su tamaño.
Sin duda la malla vial de la Villa de Céspedes requiere de una intervención, pues sufre el desgaste por el paso de los años y también por las malas prácticas de algunos ciudadanos y empresas de servicios públicos que no sellan de manera debida las brechas que se abren para reparar o cambiar las acometidas domiciliarias.