Hoy, a casi un año de decretada la emergencia sanitaria, lo que se presagiaba se ha hecho realidad y son muy pocas las actividades comerciales las que están por fuera de la crisis.
En Tuluá y la región la realidad no es diferente a la del resto del país y de manera especial el efecto de la pandemia se siente en el comercio diurno y nocturno, sectores donde las pérdidas aún no se calculan en plata corriente y donde los cierres de locales comerciales se hace casi que inevitable.
Sobre el tema hablaron en Enfoque, el espacio periodístico de EL TABLOIDE en Facebook, los voceros del gremio Alfredo Marín Rodríguez, líder de la actividad nocturna y Cristian Camilo Aristizábal, de la gran manzana comercial de Tuluá.
Sí bien es cierto Marín y Aristizábal viven realidades diferentes, sí comparten la necesidad que desde el gobierno en todas sus esferas se escuchen sus voces, pues tienen la sensación que el Estado se preocupó por lanzarle salvavidas a todos los gremios menos al comercial.
“Nosotros entendemos que las medidas adoptadas a lo largo de 2020 y que se mantienen buscan proteger las vidas de las personas y nos hemos dado la pela y acatado, pero ya es hora que tengamos respuestas a los reclamos que estamos haciendo”, dijo Aristizábal al explicar que en temas como el tributario y el cobro de servicios públicos están siendo tratados con dureza.
“Pareciera que la crisis no existiera”, puntualizó.
Por su parte Alfredo Marín señaló que al comercio nocturno de Tuluá y el país lo están condenando a de-saparecer, pues cerraron desde marzo, hubo un alivio en la parte final del año y ahora vuelven los cierres totales donde bares, discotecas, gastrobares, restaurantes se llevan la peor parte.
“Nos cerraron desde marzo y nos han dejado abrir a cuenta gotas, y ahora tenemos que liquidar los impuestos del 2020 como si nada hubiera pasado y los servicios públicos nos ahogan con tarifas exageradas cuando se han tenido los negocios cerrados”, precisó.
Los dos voceros comerciales señalaron que es urgente que la alcaldía y el concejo analicen el tema del estatuto tributario que está vigente desde el gobierno anterior y que para nada responde a las necesidades y al momento que hoy vive el sector comercial del municipio.
Así mismo llamaron la atención del ejecutivo para que explore las alternativas que permitan la creación de los incentivos para el pago de los impuestos de industria y comercio.
Finalmente afirmaron que los comerciantes de Tuluá y el país no aguantan más cierres totales y lo único que piden es que los dejen trabajar.