Los asistentes sin excepción disfrutaron un almuerzo comunitario, de la granja interactiva con caballos, cabras y otros animales; además de los juegos inflables, actividades recreativas y deportivas, asimismo, de Pintucaritas, un espacio para que los niños mostraran su creatividad y talento artístico.
La iniciativa fue bien recibida por la comunidad, que destacó la posibilidad de interactuar con las autoridades locales de manera positiva y lejos de la estigmatización y el miedo.