El panorama que se observa a lo largo y ancho de la vía es desolador y preocupante, pues se percibe en la zona una falta de autoridad absoluta.
Los conductores de los tractocamiones los parquean como quieren, los propietarios de talleres han usurpado el espacio público y hay muestras visibles de acumulación de chatarra en varios tramos.
Los más perjudicados con la situación son los comerciantes, cuyos negocios han perdido visibilidad.
DATO: La 40 es una vía de carácter nacional pero que desde el año 2008 ha sido intervenida por el municipio.
Esta situación ha hecho que varios de ellos, contraviniendo las normas, hayan creado sus propias barreras para evitar que los espacios contiguos a sus establecimientos sean invadidos.
“Es una situación alarmante la que estamos afrontando y es urgente que el señor alcalde y su equipo se den una pasadita para que comprueben el caos que se está presentando en esta vía que, con la ida de la terminal hacia el norte, pensamos que iba a mejorar pero no es así”, comenta una de las ciudadanas afectadas por la problemática.
Las soluciones
Aunque no es un problema nuevo, porque la ocupación del espacio público de la carrera 40 se ha dado a lo largo de los años, se ha acentuado en el último cuatrienio.
Una de las excusas que esgrimen los funcionarios locales y que usan para no intervenir es el aspecto legal, pues no hay una claridad sobre el responsable de la vía, una de las más importantes en la dinámica de movilidad de la Villa de Céspedes.
En el año 2008 el alcalde Rafael Eduardo Palau Salazar hizo la intervención al instalar los cruces semaforizados, a la altura del Centro Comercial Tuluá y en el sector de Estambul.
Un trabajo similar se adelantó en el cuatrienio del ingeniero Gustavo Velez y con los semáforos en el cruce del barrio El Jasmín.
Consultado sobre el particular el secretario de Gobierno, Jorge Alexánder Gallego Chávez, dijo que de manera conjunta con las secretarías de Planeación, Movilidad y Seguridad Vial se desarrollarán acciones tendientes a recuperar los espacios peatonales y garantizar la tranquilidad a los comerciantes del sector.
“Vamos a trabajar de la mano con los comerciantes de la zona para recuperar este espacio, tal como lo hemos hecho siempre bajo el principio de autoridad pero con respeto”, precisó Gallego Chávez.