De accuerdo con lo explicado por los voceros del programa, el objetivo de este proceso de educación ambiental denominado “Mi huella en el lago Chillicote” es incentivar en los jóvenes el reconocimiento y valoración del medio natural existente en la Villa de Céspedes.
De la misma manera se busca promover cambios en la manera como interaccionan con la naturaleza, haciendo énfasis en el lago.
Como producto de esta sensibilización, los jóvenes elaborarán piezas de madera que serán dispuestas en algunos árboles del cuerpo de agua, todo un aporte a la identidad de este espacio.
El trabajo se ha fortalecido con talleres de sensibilización que se basan en el reconocimiento del humedal y de los servicios ecosistémicos que ofrece al entorno urbano.
Las actividades ambientales son orientadas por el equipo de Educación Ambiental de la CVC DAR Centro Norte y, por otro lado, el taller de pirograbado en madera es impartido por FUNOF.
“Los jóvenes elaboran piezas talladas en madera con los nombres de algunas de las especies arbóreas nativas del bosque seco tropical presentes en el humedal, como el samán, la ceiba, el caucho, el guanábano, el mamoncillo, la palma de corozo y otros de importancia cultural y paisajística, como el guayacán rosado, el mango y el bambú”, explicó Oscar Hidalgo, técnico de la CVC.
“Todo el proceso permitirá que los jóvenes vean al lago Chillicote como área estratégica y de interés ambiental, al ser refugio de diversas especies de flora y fauna”, puntualizó