En el casco urbano la mayor afectación se vivió en el asentamiento subnormal de Brisas del Valle, donde al menos 20 familias fueron damnificadas por la creciente que alcanzó varias viviendas con la destrucción de bienes y enseres.
Johany Andrés Arce, coordinador de Oficina para la Gestión del Riesgo de Tuluá, dijo que en el caso de Brisas del Valle se ha hecho un trabajo de persuación sobre el riesgo inminente en el que se encuentra, por haber construido sobre el lecho del río e invadiendo el jarillón que se construyó para la protección de las comunidades de La Paz y San Francisco.
“Desde un principio le hemos hecho acompañamiento a la comunidad de este sector gestionando algunas ayudas humanitaria a través de Gestión de Riesgo del Valle”, indicó.
Cultivos inundados
En la parte rural plana y tal como se ha registrado en los últimos años, el sector más afectado es el integrado por los corregimientos de Bocas de Tuluá y Tres Esquinas, donde resultaron afectadas varias hectáreas de cultivos de pancoger y frutales.
En esta zona de la Villa de Céspedes las crecientes de los ríos Tuluá y Morales son los generadores de las inundaciones a lo que se suma la creciente del río Cauca que se devuelve agravando la situación.
Alarma en la montaña
Pero la situación más complicada se presenta en la alta y media montaña, donde los derrumbes han afectado las vías en una proporción del 90%.
“Estamos haciendo un gran esfuerzo con nuestros héroes de la maquinaria amarilla para atender los derrumbes y habilitar el paso y garantizar la movilidad de nuestros campesinos”, dijo el alcalde John Jairo Gómez Aguirre.
En materia vial, la mayor preocupación se presenta en la carretera que comunica a Tuluá con San Rafael, Ceilán, Puerto Frazadas, Barragán y San Lucía.
En este carreteable, hay varios tramos con la pérdida del 75% de la banca y de no haber intervención, el colapso podría ser total.
La falla de Piedritas
A todo lo anterior se suma la activación de la falla en la vereda Piedritas- Santa Helena, corregimiento de Monteloro. En esta región, el martes en la tarde y parte de la noche los campesinos reportaron ruidos fuertes y movimiento de masa que amenazaba con generar una empalizada en el río Frazadas, tributario del Tuluá.
Aunque se habló del peligro de una avalancha de mayúsculas proporciones, la información fue desvirtuada por los organismismos de socorro y el propio alcalde, quien en una alocución emitida desde las redes sociales, pidió mantener la calma frente a las informaciones que se emitieron desde algunos medios.
No obstante, el gobierno municipal dispuso el envío de una comisión de expertos que sobre el terreno evalúan la situación.
Así mismo, se dispuso de la entrega de ayudas humanitarias para las familias que sufrieron graves daños en sus viviendas.
Se espera que la comisión de expertos evalúe la situación y de a conocer las acciones a seguir para frenar la erosión en la zona.