Lo que inicialmente se podría considerar como una práctica temporal mientras llega el carro recolector, con el tiempo se ha transformado en un hábito nocivo que deteriora la imagen urbana y exponen a la comunidad a riesgos ambientales y sanitarios como el generado en la vía al sector de San Antonio, donde la basura se convierte en un foco de contaminación que afecta a los residentes.
Este problema no solo refleja la falta de conciencia por parte de algunos ciudadanos, sino también la insuficiente gestión y control por parte de las autoridades locales, que deben implementar estrategias de educación ambiental y reforzar la vigilancia para evitar que estos puntos críticos sigan proliferando en la Villa de Céspedes.