Uno de los más recientes descubrimientos se trataría de los restos óseos de un Purussaurus, una especie de cocodrilo gigante que, según los cálculos, pudo haber existido hace 50 millones de años.
Vélez, uno de los más reconocidos talladores del país, dijo en diálogo con EL TABLOIDE que el trabajo se adelanta desde hace varios meses con base en la información recopilada y para llegar a ella, detectarla y extraerla se excavó en roca 15 metros adentro.
“Esto es algo que nos tiene muy contentos, pues junto a Carlos llevamos años buscando estas pruebas de la existencia de los restos de estos seres y que el común de la gente los ha visto solo en las películas y nadie imagina que pudieron existir en nuestra Tuluá” precisa el hombre mientras muestra en una de las rocas extraidas los restos de los que podría ser una costillla y el diente del cocodrilo fosilisado.
Por su parte “Pirry” Colonia insistió que en Tuluá y la región se debe pensar en la creación de un museo donde se puedan dejar este y otros hallazgos que se han hecho. “Estas piezas necesitan estar en un lugar seguro, no expuestas al aire pues se van a deteriorar”, dijo Colonia tras indicar que seguirá en la lucha, pues aún queda mucho por descubrir.