Es una práctica recurrente y parece ser que no hay forma de controlarla como quiera que los desaseados aprovechan la soledad del sector para dejar allí sus bolsas. Por esa razón, algunos le han solicitado a la alcaldía de Tuluá, la instalación de una cámara de seguridad que permita cazar a los infractores.
Cabe destacar que quienes sean encontrados incurriendo en estas prácticas podrían verse expuestos a multas de $786.880 y con afectación en la plataforma nacional de medidas correctivas.