Esa mujer era Yulieth Viviana Durán Vélez, empleada de una reconocida panadería de Tuluá, quien en medio de lágrimas y sollozos no sabía lo que estaba pasando y mucho menos cuando el encargado del operativo dio lectura a sus derechos.
En ese momento el efectivo militar le notificó que estaba siendo requerida por un juez de la ciudad de Mitú, bajo los cargos de extorsión a un personaje de esa zona del país.
Desde ese momento se inició todo un calvario para la mujer, madre de tres hijos menores de edad, pues luego de ser presentada ante un juez de control de garantías, este, atendiendo lo indicado por la Fiscalía, la envió a la cárcel en el municipio de Jamundí, sur del Valle del Cauca.
De inmediato la familia de Yulieth emprendió una batalla jurídica que, 40 días después, dio los frutos cuando los abogados Fabián Vásquez y David Ramírez lograron que el juez de la causa la enviara a casa y de esta manera poder seguir defendiéndose pero en libertad.
¿Dónde inició la historia?
El drama para esta humilde trabajadora en el sector panificador, se inició en enero del 2022, luego que una red de delincuentes suplantara el perfil de Lady Alejandra Posada, una amiga de su infancia y residente en el exterior y tras dos días de charlas le pideron el favor de reclamar unos elementos tecnológicos que tenía para enviar a Colombia, pues según ella no podía venir al país. Ante la aceptación de Yulieth, la supuesta amiga le solicitó enviar la foto de la cédula por lado y lado, la dirección de la casa y otros datos adicionales. Actuando inocentemente, la hoy encartada en el proceso hizo el envío de los documentos, pero para su sorpresa al tercer día le solicitaron consignar 1.400 euros, no sin antes advertirle que en cuatro compu-tadoras que hacían parte de la encomienda había enca-letados $100.000 euros y que si caían en manos de la DIAN podían terminar en la cárcel Yulieth y su amiga Lady Posada.
Ante semejante amenaza, el esposo de la víctima llegó a buscarla al trabajo y fue allí cuando uno de los patronos le indicó que estaban siendo objetos de una estafa. Con esa información procedieron a notificarle a la supuesta amiga que el caso había sido dejado en manos de las autoridades. En ese momento, fueron bloqueados y tanto Yulieth como su esposo pensaron que todo terminaría allí, pero por el contrario lo peor estaba por venir.
Empezó el suplicio
Diesiocho meses después y cuando todos creían que la suplantación era una anécdota se inició un drama, cuando de un momento a otro se dio su captura y la Fiscalía le imputó cargos porque supuestamente había exigido una suma $120.000 a un hombre en la capital del Vaupés, hombre que al parecer habría sido víctima de las famosas ofertas sexuales por del internet.
De acuerdo con los abogados David Ramírez y Fabián Vásquez, los delincuentes cibernéticos usaron los datos personales de Yulieth Viviana para crear una cuenta Bancolombia a la mano y a través de la misma hicieron el cobro de la suma ya referida.
“Lo que pone de manifiesto este asunto, es la fragilidad del sistema financiero pues cualquiera que acceda a una cédula, crea una cuenta a nombre de otra persona, comete las fechorías y luego la justicia le cae al inocente”, precisa el abogado Ramírez tras indicar que el caso de su representada se repite a diario en el país y hay muchos inocentes en las cárceles o pagando sumas onerosas por deudas que nunca adquirieron.
Frente al proceso de Yulieth Viviana Durán, los abogados de Defensa y Justicia, explican que el mismo sigue su curso a la espera de las audiencias de acusación y de definición de la pena.
“Somos optimistas frente al futuro de este caso, pues la línea de investigación que hemos desarrollado nos permitirá rebatir la tesis de la Fiscalía y lograr que se archive el proceso o se de la absolución definitiva” precisó Fabián Vásquez en diálogo con EL TABLOIDE, tras reiterar el llamado a la ciudadanía para que se abstenga de compartir datos personales por las redes sociales, pues los estafadores están al acecho.