Baldión, quien residía junto a su familia en el barrio San Luis, se ganó un espacio en la farándula local y regional y su espectáculo de humor, magia y circense trascendió las fronteras ganando reconocimiento en países como Ecuador y Perú.
En Tuluá, Regalito lideró infinidad de campañas sociales, siendo la más conocida la que adelantaba con Tuluacentro Televisión denominada “Haga sonreír a un niño en esta navidad” y a través de la cual recaudaba regalos que posteriormente eran entregados en los barrios más vulnerables de la Villa de Céspedes.
Al momento de su deceso, José Arley tenía 54 años de edad y desde hace varios años había incursionado en los caminos de la fe y la espiritualidad, razón por la cual su familia de manera permanente había estado en cadena de oración por su salud.
El pasado martes se había reportado una leve mejoría y según los testimonios posteados en las redes sociales, habló y les reiteró el amor a su familia y en Cristo como su salvador.
La muerte del artista, que alegró muchas fiestas a los niños de Tuluá y el Valle del Cauca, causó consternación entre quienes se acostumbraron a verlo en la cotidianidad de la Villa de Céspedes.